El presente libro es de gran importancia para todas las personas que consideran que un mundo mejor es posible.
Su título lo dice todo: “Construir Poder Transformador. Debate Latinoamericano”; porque son experiencias de luchadores sociales, dirigentes partidistas y funcionarios de gobierno que han tenido un papel relevante en la lucha por transformar las difíciles realidades de explotación, opresión, dominación e injusticia que se encuentran presentes en sus respectivos países.
Destacan por Bolivia, Estefanía Prado, Alfredo Rada, María Poñé, Pedro Dorado y Tania Sánchez, militantes del Movimiento al Socialismo (MAS) que les ha tocado ser partícipes en los procesos históricos de cambio en su país desde 2005 bajo la presidencia de Evo Morales.
Por su parte de Ecuador, Ricardo Patiño, Andrés Arauz, Tania Pauker, Carlos Viteri y Patricia Dávila, que por varios lustros han sido partícipes del proceso de transformación concebido como la Revolución Ciudadana de Ecuador bajo la presidencia de Rafael Correa.
De la misma manera destacamos la participación de Sigfrido
Reyes y Raúl Llarul, militantes del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, copartícipes de los procesos de transformación de dos periodos de gobierno, correspondientes a Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, que redujeron la pobreza extrema y la migración, elevaron el nivel de las clases medias, de los campesinos y de empresarios nacionalistas, con las fuertes limitaciones impuestas por la ultraderecha.
Mencionamos también la participación por México de Adolfo
Orive, Alberto Anaya, Magdalena Núñez, Teresa García, Circe Camacho y Reginaldo Sandoval, que, con una visión de transformación articulada por un doble poder transformador desde el marco de los poderes institucionales que se conquistan en las urnas y por la construcción del poder popular en las distintas clases y grupos sociales que conforman el tejido social mexicano. Todos ellos identificados con el Partido del Trabajo y la Línea de Masas, en el interés de convertirse en la izquierda del Lopezobradorismo, en el marco de la Cuarta Transformación.
Reconocer el esfuerzo de todos ellos, que con modestia y sencillez hicieron un balance de errores y aciertos, en el interés de profundizar lo positivo de los cambios y con una visión autocrítica buscar corregir a futuro las deficiencias, omisiones y acciones que se consideraron equivocadas en su
quehacer político.
Las historias personales y las de sus respectivos gobiernos son voces plurales –en el marco de la izquierda– muy respetadas y reconocidas.
A lo largo de siete meses de videoconferencias semanales de tres horas cada una, se construyeron los consensos en el título del libro y los títulos de los capítulos que lo integran.
Es por lo tanto un libro único en la historia de las publicaciones de la izquierda Latinoamericana y del Caribe; y es el primer tomo de algunos más de este taller latinoamericano, en el interés de que se escriban otros libros por los compañeros de las izquierdas de los demás países que conformamos la Patria Grande.
El libro cuenta con doce capítulos. El primero titulado, “Sobre la ideología”; el segundo, “La construcción de sujetos históricos”; el tercero, “La construcción de coyunturas históricas”; el cuarto, “La construcción de poderes populares”; y el quinto, “La estrategia del doble poder transformador”.
Estos cinco importantes capítulos destacan que un proyecto transformador de una nación sólo se puede concretar si se construyen los sujetos históricos de las transformaciones a realizar. Se resalta, importantemente, que la construcción de coyunturas históricas se da solamente si el pueblo es capaz
de convertirse en el arquitecto de su propio destino; y esto sólo puede realizarse a través de la construcción de poderes populares y del doble poder transformador.
El capítulo sexto, “La importancia de las organizaciones política e ideológica”; el capítulo séptimo, “Paradigmas de los pueblos originarios”; el capítulo octavo, “La economía como campo de lucha contrahegemónica”; el capítulo noveno, “La lucha contra el patriarcado como sistema de opresión”; el capítulo décimo, “La importancia de la comunicación de masas”; el capítulo décimo primero, “Los factores de fuerza: la policía y las
fuerzas armadas”; y, el capítulo décimo segundo, ”Geopolítica contrahegemónica”, son temas que complementan y dan soporte a la concepción de poder popular y a la estrategia del doble poder transformador, indispensables para realizar cambios de fondo en el ámbito económico, político, social y cultural de nuestros países.
Es importante resaltar que esta nueva visión transformadora representa un nuevo paradigma en la lucha por cambiar las estructuras preindustriales y capitalistas a sociedades justas, equitativas, democráticas y más libertarias, que garanticen el bienestar de todos en la construcción de la igualdad social
de los nuevos proyectos socialistas que generosamente se conocen como “El Socialismo del Siglo XXI”.
Los luchadores sociales que estudiamos la Comuna de París de 1871, la Revolución Bolchevique de 1917 en Rusia, el Socialismo de los Países de Europa Oriental, la Revolución China que funda la República Socialista de China en 1949, la Revolución Cubana en 1959 y la Revolución Vietnamita
triunfante en 1975, aprendimos que todos estos cambios se realizaron a través de revoluciones violentas, en donde la fuerza de las armas fueron el común denominador; porque se consideraba que la caída del imperialismo y del sistema capitalista estaban a la vuelta de la esquina y que sólo con la violencia revolucionaria se podría destruir el régimen de opresión y explotación, que significan las sociedades preindustriales y capitalistas en el mundo de hoy.
Pero recientemente hemos aprendido que la transformación social no solamente puede darse sobre la fuerza de las armas, sino también sobre la fuerza de las urnas con visiones más democráticas.
Esperamos que este esfuerzo de sistematización, balance y autocrítica, así como las enseñanzas que se derivan de él, sea de gran utilidad para los revolucionarios y luchadores socialistas que han decidido construir un mundo mejor.
Alberto Anaya Gutiérrez
Coordinador Nacional del Partido del Trabajo México
Noviembre 2020