El lunes 28 de marzo la Federación Judicial Argentina (FJA) participó en el acto organizado y convocado por la Asociación de Abogados y Abogadas Laboralistas (AAL), que se realizó el Anfiteatro Eva Perón de ATE Nacional, para conmemorar los 20 años del comienzo de los “cacerolazos” promovidos por dicha organización contra la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) de la “mayoría automática de los ‘90”. Los compañeros Matías Fachal y Jorge Sotelo, secretario general y de finanzas, respectivamente, representaron a la FJA.
Durante la emotiva actividad, que encabezaron la presidenta de la Asociación de Abogados y Abogadas Laboralistas (AAL), Cynthia Benzion, y su secretaria general, Paula Lozano, también se le hizo un especial reconocimiento a Luis Enrique Ramírez, quién presidia la AAL en ese momento y resultó un importante impulsor de la medida de protesta que luego de unos años terminó con la destitución de varios de los integrantes del Alto Tribunal en 2003 cuando por disposición del entonces presidente Néstor Kirchner se convocó al jury de enjuiciamiento, siendo reemplazados luego por una de las más notables composiciones de la Corte que se tenemos memoria.
En el marco del acto se proyectó el documental “Justicia para Todos” donde se reviven esas extensas jornadas de luchas, y se da cuenta, así como en la emotiva alocución del propio Luis “Lucho” Ramírez, los miedos y dudas con que se comenzó a gestar la medida, pero con la seguridad de estar haciendo lo que debía hacerse, que como fue creciendo y hasta tomando su propio rumbo y como debía la AAL, con su primera experiencia de lucha en las calles, hacer equilibrio para que el movimiento no caiga y no se desmadre, de los avances y retrocesos que sufrieron en su lucha.
Ramírez destacó el apoyo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que no le permitían decaer en los momentos difíciles, de la Asamblea Justicia para Todos, de gente que asqueada de un Poder Judicial servil al stablishment, se sintió llamada por la propuesta y de distintas organizaciones sindicales que aportaron organización y contención, en este punto se hizo especial mención a la tarea realizada por los dirigentes de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y particularmente de la Federación Judicial Argentina (FJA), con un profundo compromiso con la medida hasta las últimas consecuencias.
Además de la profunda emoción y esperanzas que produce el relato de una lucha que comienza por la defensa de principios sin que sus participantes sepan el final, que va creciendo, con momentos de gran desilusión y otros que confirman el camino, también nos lleva a reflexionar que después de veinte años de estas jornadas que lograban el fin de la vergonzosa Corte y que se creía como el primer paso hacia una profunda reforma de los Poderes Judiciales de todo el país, hoy nos encontramos con que el poder factico se ha rearmado y logrado posicionar un Poder Judicial que en sus distintos estratos sea el verdadero garante de sus privilegios.
Por eso, tomando el ejemplo de aquellos abogados y abogadas laboralistas que comenzaron un camino, teniendo claras sus metas, pero no el camino por lo que debieron construirlo día a día, que resultaba imprescindible convocar la mayor cantidad de sectores posibles para dar la pelea al poder, la FJA siguiendo los principios históricos de la organización que señalan la necesidad de compromiso en todas las cuestiones que afectan al pueblo y en especial aquellas que se refieren a nuestro ámbito, es que hoy nos encontramos ante un similar desafío de una profunda reforma del Poder Judicial, para hacerlo realmente democrático, con perspectiva de género y defensor de los derechos de los desposeídxs.
Si bien entendemos que las características del contexto resultan distintas a las de los años 2000 y que un paso importante debe ser la remoción de la Corte Suprema por representar el último custodio de los privilegios de los poderosos, pero la lucha debe abarcar también el ingreso al Poder Judicial, la forma de selección y designación de lxs magistradxs y funcionarixs, control de su actuación, etc., por eso es que integramos la Multisectorial Federal por la Democratización del Poder Judicial que impulsó la masiva movilización del #1F, siendo conscientes que también que hay un largo camino por andar, que las metas son altas, que el enemigo que enfrentamos es poderoso, por lo que resulta imprescindible la unidad sin sectarismos ni prejuicios de todos los sectores que entiende que este es el camino para que de una vez y para siempre Poder Judicial y Justicia sean sinónimos.