El gobierno nacional, reconociendo de hecho el grave deterioro de los salarios por el proceso inflacionario, ha ordenado la reapertura de las negociaciones salariales en distintos sectores. En ese marco, los y las judiciales, que padecemos la misma situación, exigimos al Estado Argentino la inmediata convocatoria a una paritaria nacional en el sistema judicial. Así no solo se daría cumplimiento a la resolución de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sino, sobre todo, a un reclamo histórico de acceder al mismo derecho que el resto de los y las trabajadoras del ámbito público y privado.
Desde 1948, el Día Mundial de la Salud se viene celebrando cada 7 de abril, fecha en que fue fundada la Organización Mundial de la Salud. Todos los años se elige para esa jornada un tema específico a fin de destacar un área prioritaria de interés para la OMS.El tema de este año es ‘Nuestro Planeta, Nuestra Salud,’ la atención mundial es a la interconexión entre el planeta y la salud. Es una campaña que se lanzará este día e instará a las personas, las comunidades, los gobiernos y las organizaciones de todo el mundo a compartir sus historias sobre las medidas que están adoptando para proteger nuestro planeta y nuestra salud.Desde la Federación Judicial Argentina (FJA) adherimos a esta campaña .
Durante la reunión de Mesa Directiva de la Federación Judicial Argentina (FJA) llevada a cabo los días 24 y 25 de marzo del corriente año, entre los distintos temas tratados se debatió sobre las diversas problemáticas que afectan las labores de las y los judiciales de todo el País, en especial los desafíos que se plantean con los avances tecnológicos del “teletrabajo” y el accionar que los Tribunales Superiores de Justicia (TSJ) han tomado al respecto.
En las exposiciones de quienes integran la conducción federativa surge claramente que, a partir del comienzo de la pandemia, avanzó el denominado teletrabajo o trabajo remoto y que más allá de que esa modalidad permitió al Poder Judicial no interrumpir el tratamiento de los reclamos y problemas de los justiciables protegiendo a los y las trabajadoras de la presencialidad en ese contexto de crisis sanitaria, inclusive contando en muchos casos con la conformidad de compañeros y compañeras, no escapa del análisis que el “teletrabajo” en la actualidad, y en un nuevo contexto sanitario, produce efectos nocivos a los derechos laborales reconocidos para el sector privado y no contemplados para el sector público.
Entre ellos podemos enumerar: 1- pérdida de la noción de la cantidad de horas trabajadas. 2- superposición del lugar de trabajo con el hogar y de las tareas laborales con las domésticas. 3- Gastos que debería afrontar la patronal son soportados por los y las trabajadoras (compra, reparación y mantenimiento de insumos tecnológicos; pagos de servicios eléctricos e internet etc.). Lo cual repercute en un deterioro del salario, haciendo que los costos de garantizar el derecho a la justicia sean absorbidos por los y las trabajadoras.
MESAS DE ENTRADAS VIRTUALES (MEV) PRESENTACIONES DIGITALES
Al respecto, los TSJ han aplicado distintas modalidades de presentaciones de escritos a través de plataformas digitales. En la mayoría de los casos habilitadas los 365 días del año las 24hs. En algunos Poderes Judiciales no existe límite de cantidad de escritos en cada proceso, inclusive del/la mismo/a letrado/a que modifica la anterior presentación. En todos los casos, los trabajadores y trabajadoras han visto incrementada la carga laboral en favor de la disminución y facilitación del trabajo que antes hacía el/la profesional.
IMPLEMENTACIÓN DE LA NOTIFICACIÓN ELECTRÓNICA
En este punto, sumado a la utilización de medios privados de notificación notamos que además de representar un incremento de la carga laboral al trabajador y trabajadora judicial en favor de la procuración de los y las profesionales, establece los cimientos de una Justicia de primera y otra de segunda, en torno a las posibilidades económicas del justiciable, ya que ante la disminución de los agentes notificadores judiciales, las mismas se realizan por correos privados, que además de resultar más oneroso, pone en riesgo la seguridad jurídica, ya que no tienen los atributos ni responsabilidades de funcionarios/as oficiales. En el mismo sentido hay provincias donde los/as oficiales notificadores/as no revisten el cargo de tal y si las funciones.
CONCLUSIONES DE LA REUNIÓN DE LA COMISIÓN DIRECTIVA DE LA FJA
En razón de lo debatido y las conclusiones debe quedar en claro que, bajo ningún punto de vista, la FJA pretende oponerse a los avances de la tecnología. Sin embargo, por el contrario, resulta necesario que los Poderes Judiciales del país con las representaciones sindicales del sector, mediante la negociación colectiva paritaria, regulen el funcionamiento de manera tal que no perjudique los derechos de quienes se desempeñan en el ámbito laboral evitando la precarización de los y las trabajadoras, que se limite la presentación de escritos digitales en forma indiscriminada para dar posibilidad de evaluar correctamente las urgencias y los debidos tratamientos a cada presentación. Las autoridades de los Poderes Judiciales deben evitar los sloganes vacíos de contenidos y procurar que el derecho a la justicia llegue en tiempo y forma a cada ciudadano y ciudadana. Desde la FJA promovemos que los sindicatos de base propicien un debate profundo de las situaciones aquí planteadas para resolver la problemática referida en favor de los derechos laborales de quienes representamos. Como también de llevar a los TSJ los reclamos y propuestas para abordar las soluciones necesarias.
– ¿De qué están hechos tus derechos compañero? – ¿Cómo llegó a tus manos la antorcha de la lucha, compañera? Todo lo que hemos conquistado, desde la jornada de 8 horas en los albores del siglo XX, lo hemos hecho dejando sembrados en la historia el sacrificio de nuestros mártires. Uno de ellos es Carlos Fuentealba, docente asesinado hace hoy 15 años en Arroyito, Neuquén, cuando participaba de una movilización junto a sus compañerxs del ATEN reclamando por sus derechos y sus condiciones de trabajo.Carlos Fuentealba está en la memoria de la FJA, es parte del camino que hemos hecho y un compromiso hacia el futuro.
Nuevos convenios con la Universidades, con alcance en todo el país. Importantes descuentos para todxs lxs afiliadxs a los sindicatos adheridos a la Federación Judicial Argentina (FJA).
Paz, Pan y Trabajo, la dictadura abajo. Fue el lema con la que la CGT Brasil conducida por el legendario Saúl Ubaldini convocó a la multitudinaria marcha que fue el principio del fin de la la sangrienta dictadura cívico-militar que se había perpetrado en el poder el 24 de marzo de 1976.La dictadura que a sangre y fuego intento acallar y destruir al movimiento obrero organizado, asesinando, desapareciendo, exiliando, cesanteando y persiguiendo a miles de trabajadorxs; proscribiendo a los sindicatos y declarando subversiva toda acción reivindicativa había endeudado y destrozado el país. La industria nacional, la pobreza, la desocupación habían llevado al hartazgo a la mayoría del pueblo argentino que resistía y luchaba por el retorno a la democracia.El movimiento obrero que nunca había dejado de pelear convocó ese día a la movilización con ese lema que hasta el día de hoy sigue vigente.Pese a la terrible represión, al asesinato de Dalmiro Flores -joven obrero caído ese día ya nada fue igual-, lo que siguió bajo ese lema de la CGT fueron las marchas a San Cayetano, la solidaridad con los colimbas de Malvinas, la convocatoria a la marcha de la Multipartidaria de diciembre de ese año que llevó a la dictadura a convocar a elecciones y el retorno a la Democracia.Como enseñanza a 40 años de esa jornada histórica debe llevarnos a reflexionar que cuando el movimiento obrero se une y pelea por sus derechos y los de su pueblo nada ni nadie los puede detener y que nunca más puede volver un gobierno de facto ni el neoliberalismo a nuestra patria.
Los días 24 y 25 de marzo, con la presencia de los representantes de CABA, provincia de Bs. As., Santa Cruz, Río Negro, Neuquén, San Luis, Córdoba, San Juan, Tucumán, Entre Ríos y Misiones, se la reunió la Mesa Directiva de la Federación Judicial Argentina (FJA) en su sede de Rincón 74.
En un clima de debate fraternal se desarrolló el temario establecido. Tras la apertura a cargo del Secretario General Matias Fachal, se presentaron informes sobre trabajo remoto, funcionamiento de las secretarias, situación administrativa y financiera de la entidad, como también sobre la política institucional de la misma.
Nuevamente la Federación Judicial Argentina (FJA) presente en la Marcha del 24 de marzo. Memoria, verdad y justicia.Nunca más genocidio. ¡30 mil compañerxs detenidxs-desaparecidxs presentes! ¡Ahora y siempre!
La semana pasada, la Federación Judicial Argentina (FJA), a través de nuestro Secretario Adjunto, Federico Cortelletti firmó un convenio con la Universidad Siglo 21 que prevé importantes beneficios para nuestros afiliados y afiliadas a nuestros sindicatos adheridos y el compromiso de cooperación conjunta en actividades que sean de interés de ambas entidades.
El convenio estipula un 10% de descuento en toda la oferta académica de la Universidad Siglo 21 (bajo modalidad distribuida, distribuida home y presencial) para afiliadxs y familiares directos.
Para más información sobre la oferta educativa: https://21.edu.ar/Para informes e inscripción comunicarse con el Centro de Estudios de la FJA: cefja@fja.org.ar#convenio#universidad#siglo21
Nacido en San Juan el 14 de septiembre de 1952. Cursó el ciclo primario en la Escuela Domingo Faustino Sarmiento. La educación secundaria la realizó en la Escuela de Comercio Libertador Gral. San Martín, dependiente de la Universidad de Cuyo.
En su adolescencia, Jorge comienza a asistir al Club Amancay de San Juan, integrante de la Unión Argentina de Rugby (UAR). Viste la “azul y verde” a rayas horizontales, con el número 10 bordado en su camiseta. Jorge egresa en el año 1970 con el título de Perito Mercantil y se muda a Córdoba, en febrero de 1971, para estudiar Derecho en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Se instala entre las calles 27 de Abril y Artigas, en barrio Alberdi, donde lo aloja su familia materna: los Risso Patrón. Vive con su abuela y dos tías. Durante esos primeros años va afianzando lazos. Le gustaba bailar: iba a los bailes de cuarteto y a las peñas folclóricas. Y no dejaba de juntarse a jugar al fútbol con amigos y compañeros.
En 1974, Jorge empieza el cursado del cuarto año de Derecho y, también, se inscribe en Ciencias de la Información de la UNC. En esos años, comienza su acercamiento a los asuntos de la política universitaria: asiste a las asambleas y a reuniones del Centro de Estudiantes de Ciencias de la Información. Y comienza a militar en la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Hacen volantes, convocan a charlas con escritores, con profesores. Esa es su actividad militante, que cumple sin abandonar ninguna de las dos carreras. En 1975, Jorge es recomendado para trabajar en los Tribunales de Córdoba. Ingresa en la relatoría del Tribunal Superior de Justicia. Comenzar en ese sitio, supone estar entre los mejores promedios. Jorge no cobró nunca por este trabajo, ya que ingresa bajo la forma de Ad-Honorato.
El viernes 5 de marzo de 1976, rinde la última materia en su carrera de Abogado. Apenas 3 semanas después, el sábado 27 de marzo, en las primeras horas de la madrugada, Jorge es secuestrado de su hogar.
Sienten autos, frenadas, luces y gente que corre por los techos de la casa. Se levanta la abuela, se levantan las tías. Desde afuera comienzan a golpear las ametralladoras en las puertas, la de adelante y la del patio también. Entran, lo buscan a Jorge. Ahí mismo, dentro de la casa, le dan una paliza y lo interrogan durante unos 15 minutos. Le piden nombres, le mencionan nombres. Su hermana Alicia, en otra pieza, inmovilizada por un hombre apuntándole, oye todo esto. Más allá, en otra habitación, la abuela y las tías sentadas en cama, con la puerta cerrada y también custodiadas escuchan, desde más lejos, pero con el mismo dolor e impotencia. Luego de la paliza, le tapan la cabeza con una funda de almohada. Y así como estaba, descalzo y con un pantalón, se lo llevan sin decir nada, ni a dónde.
A los pocos días del secuestro, la familia comenzó su búsqueda: fueron al Tercer Cuerpo del Ejército; presentaron Habeas Corpus; pidieron audiencia con militares y eclesiásticos. Las respuestas eran invariablemente negativas. Ellos presumen que pudo haber sido llevado al Centro Clandestino de Detención “La Perla”. Pero no se supo más nada de él, ni de su cuerpo. Jorge Eduardo Malberti Risso, a sus 23 años fue secuestrado. Aún continúa desaparecido. No hay registros oficiales de su paso por algún Centro Clandestino de Detención.
