Hay que reconocer que Macri y Vidal no son originales. Esta historia ya la vivimos en los 90, (gobierno de Menem), cuando no sólo se reprimió sino que además hubieron trabajadoras y trabajadores muertos a manos de las “fuerzas del orden”.
Continuó con la Alianza y su huída con casi 40 trabajadores asesinados.
¿Casualidad?. Obvio que no. Son el mismo proyecto que tiene como norte favorecer al gran capital en perjuicio de los sectores populares con ajustes diversos.
Para eso necesitan de la complicidad del sindicalismo entreguista y cómplice. De los que crearon y lucraron con AFJP’s y ART’s, que entregaron compañeros, que fueron y son en la actualidad interlocutores privilegiados de los gobiernos.
Ante la resistencia de los trabajadores a aceptar el despojo de sus derechos actúan de la manera que lo hicieron ayer, reprimiendo y tratando de instalar la idea que las mujeres y hombres dignos que luchan por sus legítimos derechos son violentos y que no “colaboran” en construir un País mejor.
Capítulo aparte merecen los funcionarios judiciales que no atienden a los trabajadores y que utilizan los medios oficialistas para tratar de justificar sus vergonzosas resoluciones.
Destacamos a aquellos magistrados que a riesgo de ser tildados de mafiosos por el Presidente Macri dictan sentencias ajustadas a derecho y a favor de los trabajadores y sus organizaciones como es el caso de los camaristas Pompa y Balestrini haciendo lugar a la petición del sindicato judicial de Mendoza o del Dr. Raffaghelli con la adhesión del Dr. Brunengo ordenando la reinstalación de los trabajadores de Pepsico por no cumplir la empresa con el Procedimiento Preventivo de Crisis.
La pelea está planteada y es entonces cuando más necesaria que nunca resulta la UNIDAD de los trabajadores para enfrentar con éxito los intentos de los enemigos históricos de la clase trabajadora por imponer una sociedad injusta y antidemocrática.
CABA, 14 de julio de 2017.-
FEDERACION JUDICIAL ARGENTINA