De la alta distinción que realizará la Presidencia de la Universidad Nacional de La Plata al ex Fiscal Federal bahiense, Dr. Hugo Cañón, participarán numerosas personalidades, entre las que sobresale el ex Juez ante la Audiencia Nacional de Madrid –España-, el Dr. Baltasar Garzón. Ambas personalidades, Cañón y Garzón, trabajaron denodadamente en las décadas del ´80 y ´90, para que se sancionara a los autores de los delitos cometidos durante la ejecución del plan criminal aplicado por las dictaduras cívicos-militares que asolaron nuestro país entre 1976 y 1983, a pesar de los cerrojos legales de ese entonces.
Cañón nació en Bahía Blanca en 1947, pero luego se radicó en La Plata donde se recibió de abogado en la UNLP, e ingresó como empleado judicial por concurso en el Juzgado Penal del Dr. Omar Ozafrain, en 1969. Tribunal famoso por “tener a la policía bajo estricto control, a fin de evitar los abusos que lamentablemente aún no se han erradicado”, comentó Cañón años más tarde en una entrevista, recordando sus años de trabajador judicial, en los cuales ocupó la Secretaría General de la AJB Departamental La Plata.
Posteriormente, Cañón fue Secretario del Juzgado Civil y Comercial de Tres Arroyos, luego Secretario del Juzgado Penal 3 de Bahía Blanca, y Defensor de Pobres y Ausentes de esa misma ciudad. Fue en 1986 cuando se lo designada como Fiscal General Federal de Bahía Blanca, cargo que ocupó durante 23 años.
El mismo año en que asumió como funcionario judicial, Cañón pidió el avocamiento de la Cámara Federal de Bahía Blanca e inició la investigación por los crímenes de lesa humanidad cometidos en la jurisdicción del 5to. Cuerpo de Ejército y de la Marina, en la zona de Puerto Belgrano.
Emblema de la lucha contra el terrorismo de estado, Cañón cuestionó en 1987 la llamada ley de Obediencia Debida por inconstitucional, al igual que el indulto a procesados otorgado por el presidente Menem.
En 1999, Cañón se sumó a los juristas que pedían investigar, en el marco de lo que se ha denominado “Juicios por la Verdad”, infinidad de delitos que posteriormente sirvieron para condenar a muchos represores militares y civiles.
Integró la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) hasta el año 2014, y recibió numerosos reconocimientos nacionales s e internacionales por su incansable labor en Defensa de los Derechos Humanos.
Cuando se produjo su trágico fallecimiento, el 2 de enero de 2016 y tras un accidente automovilístico, la AJB expresó públicamente: “Fue un compañero extremadamente valioso, que supo estar siempre del lado de los trabajadores, de los que luchan por la libertad y la dignidad de las personas. Su trayectoria en el ámbito gremial de la Asociación Judicial Bonaerense, su compromiso inclaudicable con los Derechos Humanos, su valentía para desafiar la obediencia debida, su trabajo permanente en la Comisión Provincial por la Memoria y en el Comité Contra la Tortura, en otras instituciones y en su tarea profesional nos exime de comentarios formales de ocasión. No queremos sólo despedirlo, queremos celebrar su vida. Así lo sentimos”.