Esta institución ha sido constitutiva del Estado de Derecho en la Argentina y de ella se han valido figuras tan representativas como el General Prats de Chile o el Senador Michelini de Uruguay, para no hacer la larga lista de dirigentes argentinos que gozaron del refugio político en otros países latinoamericanos desde Sarmiento y Alberdi hasta Perón y Santucho.
A pesar de ello, recién en el año 2006, luego de 10 años de lucha, se aprobó la ley de refugio, en un contexto propicio para los derechos humanos anticipada por la aprobación en el año 2004 de la ley de migraciones (Ley 25.871), la cual convirtió a la migración en un derecho humano.
Pero en el mismo año 2006, el Poder Ejecutivo expulsa del país a los Seis Campesinos Paraguayos que habían sido invitados a refugiarse en la Argentina por el Embajador ante el gobierno de Paraguay, para luego ser apresados y entregados a una justicia que nunca rompió amarras con el Stroessnerismo como se demostró en el Golpe de Estado perpetrado con su colaboración contra el presidente Lugo so pretexto de la Masacre de Curuguaty.
Contra la versión que propalan los medios comerciales de comunicación, la Argentina es un país más que selectivo al momento de otorgar el refugio: entre el año 2000 y 2010 solo se otorgó el beneficio al 27.40% de los que lo solicitaron.
No olvidamos que uno de los principios rectores de la doctrina norteamericana, doctrina Bush o Acta Patriótica, es exigir desconocer los derechos de los que ellos consideran terroristas comenzando por negar el derecho al refugio político a los así llamados “terroristas”.
Denunciamos que las resoluciones de la Corte Suprema en ese sentido son un modo de aplicación de la Ley Antiterrorista por lo que la lucha por la defensa del Instituto del Refugio Político debe ir acompañada de la exigencia de la inmediata derogación de todas las adecuaciones al Código Penal inspiradas por las diversas versiones de la Ley Antiterrorista aprobadas en los últimos años.
En un Perú donde el Poder Judicial sigue en guerra contra el “terrorismo” y la derecha más rabiosa y subordinada al Imperio acaba de ganar las elecciones, el destino de Rolando Echerry Pareja y Oswaldo Ceferino Quispe Casa no puede ser otro que el de largas condenas en juicios donde las garantías procesales brillarán por su ausencia y el derecho a defensa será una falsedad flagrante.
Al repudiar los ataques contra el instituto del refugio político y pronunciarnos por el derecho de todas y todos los compañeros de encontrar refugio en la Argentina, convocamos a todas las fuerzas comprometidas con el Estado de Derecho y la tradición solidaria argentina con el destino de la Patria Grande.