También nos contó de los objetivos en el corto plazo para el SEJUN como así también de la visión estratégica que se tiene del gremio en el largo plazo.
Entre otros temas, surgió la cuestión de las acciones sindicales encaradas en defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras del Poder Judicial neuquino y de qué forma se proponen seguir ampliando la cantidad de afiliados.
Por último el compañero neuquino hizo un breve repaso histórico sobre el papel de la FJA en los últimos 20 años, en el marco de una valoración del papel de la Federación Judicial Argentina en su articulación con los distintos gremios del país.
¿Cuándo ingresaste al Poder Judicial?
Ingresé al Poder Judicial de Zapala, en la Cámara del Tribunal de Zapala el 18 de septiembre de 1989, rindiendo para un concurso de ingreso en el cual salí primero. Así es que me llamaron, rendí en julio y ya en septiembre había empezado a trabajar. En esos momentos tenía 20 años. Yo ya venía trabajando desde los catorce años. Era empleado del correo y venía ya con una trayectoria de laburo importante.
¿Cómo te fuiste acercando a la actividad gremial?
En esa primera época, en Zapala, tenía un compañero que era el jefe de despacho, que un poco organizaba todo el trabajo, pero además también, como se daba en otras oficinas judiciales de la provincia, tenía un compromiso con la actividad gremial. El jefe de despacho o los compañeros que estaban en las altas categorías, te afiliaban y te hablaban de la importancia de estar afiliados al sindicato. Así es que bueno, a raíz de una conversación que tuve con este compañero yo me afilié al sindicato. Obviamente, al haber entrado de chico al Correo, ya estaba afiliado en ese momento al sindicato del Correo (Foecyt). Así es que siempre tuve una pertenencia y una ligazón a los trabajadores, entendiendo que el sindicato sirve para defender nuestros derechos.
Tiempo después me trasladé a la ciudad de Neuquén, donde fui a trabajar un tiempo a la Dirección General de Administración. El trabajo allí no me gustaba mucho y pedí rápidamente un traslado a un Juzgado de Instrucción que recientemente se había inaugurado, corría el año 92. El juzgado era el de Instrucción número 5, y ahí empecé a trabajar e hice toda mi carrera administrativa hasta la categoría que actualmente tengo. Me faltan dos o tres categorías para terminar la carrera dentro del fuero penal. Es decir, rindiendo y concursando dentro del fuero Penal. Y mi acercamiento al sindicato fue inmediato.
Cuando llego a Neuquén en octubre del 91´, se estaba dando desde el gremio, una fuerte pelea en ese momento. Hacía poco que nos habían desenganchado en el orden nacional, por orden de Menem y Cavallo. Entonces, se estaba dando una fuerte disputa por lograr, aunque sea, un enganche a la Corte Provincial, algo que finalmente se logró. Así es que rápidamente me sumé a la lucha y desde entonces empecé a militar en el sindicato, ocupando diversos cargos, primero como Revisor de Cuentas, luego como Secretario de Cultura suplente con el compañero Jorge Izquierdo.
En la primera gestión del compañero Cherbavaz, fui Secretario de Prensa titular, cargo que ocupé durante dos mandatos. Tuve también la posibilidad de ser Secretario de Prensa de la CTA provincial de Neuquén. Actualmente, desde comienzos de este año 2014, ocupo el cargo de Secretario General.
En definitiva, puedo decir que siempre apelé a la militancia por sobre cualquier cargo, entendiendo a la militancia sindical como la militancia desde la base. Obviamente que los cargos de responsabilidad tienen que existir en una organización, pero yo siempre fui un militante del sindicato y bueno, se dio esta circunstancia de que con un grupo de compañeros decidimos ir a disputar el sindicato y logramos ganarlo.
¿Cómo caracterizarías al Poder Judicial de Neuquén?
En el Poder Judicial hay aproximadamente 1100 empleados y alrededor de 550 funcionarios y magistrados. El Poder Judicial neuquino, especialmente el Tribunal Superior de Justicia, como ocurre con la mayoría de las cortes provinciales del país, tiene una fuerte injerencia en el poder político. Han transitado diversos vocales y funcionarios, pero siempre, con la venia de los distintos gobiernos provinciales, que fueron ocupando esos cargos de máxima jerarquía.
Nosotros, en su momento, desde el sindicato dimos una fuerte pelea por la democratización del Poder Judicial, sobre la base de que, además de los funcionarios inferiores, la elección de los cargos de los vocales también tendría que tener alguna suerte de participación ciudadana. Una participación que expresara acerca de los deseos de tener funcionarios no sólo con los correspondientes conocimientos técnicos sino con un fuerte compromiso y respecto a la Constitución y las Leyes.
Sin embargo, lo único que se abrió, fue una instancia de impugnación que es lo que se sacó con el decreto de autorregulación del gobierno de Kirchner en el 2003. En definitiva, todavía no se ha abierto una “consulta ciudadana” sobre que Poder Judicial queremos los neuquinos.
¿Qué estrategias se proponen para seguir ampliando la cantidad de afiliados?
La cantidad de afiliados del sindicato es hoy alrededor de 1000. En los 6 meses que nosotros estamos al mando de nuestro sindicato, muchos compañeros y compañeras que se habían desafiliado se han vuelto a afiliar. Tenemos alrededor del 90% de afiliación de todo el padrón y la idea nuestra es tener el 100% de afiliación y para eso vamos a trabajar.
La mejor campaña que nosotros podemos hacer como conducción, es que el compañero vea que el sindicato sirve para algo. Vemos que grandes fracciones de compañeros y compañeras tienen una idea equivocada, un prejuicio a cerca del sindicato y respecto de los dirigentes sindicales, porque los grandes medios de comunicación, digamos el poder que se genera a través de los medios masivos de comunicación, instalan al sindicalismo burócrata empresarial que ha hecho la entrega de un montón de derechos. Lamentablemente, a esos personajes son los que el poder mediático instala como figuras relevantes.
Entonces, nuestra tarea es demostrarles a nuestros compañeros y compañeras que hay otras formas de conducción de un sindicato. Nosotros, consideramos a la organización sindical, como una organización eminentemente democrática, mucho más que cualquier partido político, porque en todas las resoluciones permanentemente nosotros nos ponemos a consideración de todas las asambleas. Es decir, que en cada asamblea la conducción va revalidando la tarea que va desempeñando y en las campañas, hacemos hincapié en lo que hacemos, y demostramos que el sindicato sirve para que el compañero vea reflejado que su aporte tiene un sentido.
Ligado a eso, viene la importancia de que el compañero vea a la organización sindical como una herramienta que verdaderamente defiende sus derechos. Entonces, creo que esos son los pilares sobre los cuales nosotros centramos nuestra campaña, demostrando al compañero que la organización sindical lo va a defender, que va a defender los derechos que actualmente tiene, pero que además va a tratar de conquistar otros derechos que nos faltan.
¿Existen otros objetivos para el gremio en el corto plazo? ¿Cuáles son los objetivos que se plantean a largo plazo?
Como líneas generales, nosotros vamos a seguir dando una fuerte pelea para que la ciudadanía tenga alguna injerencia a través de los distintos estamentos políticos para que pueda incidir verdaderamente sobre la elección y selección de los jueces. Actualmente tenemos un Consejo de la Magistratura en el cual está vedada la participación ciudadana. Es decir, el poder político, a través de los gobiernos de turno, va seleccionando los distintos funcionarios, más allá de que exista el Consejo de la Magistratura, que es un consejo que tiene representación política institucional pero no tiene ningún estamento que realmente contenga la opinión de los ciudadanos y ciudadanas. En definitiva, vamos a seguir peleando para la democratización del Poder Judicial.
En cuanto a estrategia del SEJUN a corto plazo, nosotros estamos trabajando sobre un Convenio Colectivo de Trabajo. Desde el año 2009, tenemos una Ley provincial de Convenio Colectivo de Trabajo que regula las relaciones laborales, obliga al Tribunal a sentarse a negociar con el Sindicato, pero desde entonces no tenemos un Convenio General de acuerdo a esa ley. Estamos trabajando ahora fuertemente sobre ese tema. Hemos reiniciado la negociación del Convenio Colectivo de Trabajo entendiendo de la importancia que reviste contar con un Convenio que regule la relación laboral, para poder quitarle a la patronal, la discrecionalidad, la unilateralidad de las decisiones, ya que todos aquellos derechos que a nosotros nos afectan, están librados a los acuerdos administrativos que saca nuestra patronal.
Entonces, decidimos sentarnos a trabajar y plantear que de aquí en más, cualquier regulación que tenga que ver con nuestras condiciones de trabajo, se tiene que discutir en esos ámbitos. Obviamente, la posibilidad de una victoria siempre depende de la correlación de fuerzas que nosotros construyamos para llegar a acordar un buen Convenio Colectivo de Trabajo, un convenio que sea superador al piso de derechos que actualmente tenemos.
Es decir, creemos que cualquier pelea tiene que darse en ese sentido, y esa pelea tiene que ver con las correlación de fuerzas, con la fortaleza que nosotros instalamos desde nuestros sindicatos para incidir en las normas que van a ir posteriormente en nuestro Convenio Colectivo de Trabajo. Si tenemos un sindicato débil, la norma que se plasme va a ser a la baja de derechos. Si tenemos un sindicato fuerte, la norma que se plasme en ese convenio va a ser una norma que a nosotros nos convenga como trabajadores y trabajadoras
¿Qué valoración haces de la instancia de la Federación Judicial Argentina y la articulación con los distintos gremios del país?
Bueno, habiendo militado en el sindicato desde mi inicio en el Poder Judicial, siempre vi con admiración la característica de nuestra Federación Judicial Argentina, esta idea de construir en la diversidad.
En la Federación vemos que siempre, desde hace muchos años, se viene construyendo en esa diversidad. Que no solamente son slogans, sino que hay coherencia con lo que se dice. O sea, que en la realidad y en la práctica existe. Y la Federación ha sido señera en ese camino de la defensa de los derechos. Fue fundadora de la CTA cuando teníamos la CGT totalmente cooptada por el menemismo, y siempre tuvo esa visión política de construir una Central con identidad de clase.
La FJA siempre tuvo una activa participación en la denuncia, y en la idea de llevar adelante los juicios contra los genocidas que tanto daño ha hecho al país siendo a la vez el “paragua” de los sindicatos de base y eso lo hemos visto cuando la Federación ha ido a cada provincia a defender a los compañeros y compañeras que están sufriendo diversas violaciones a la libertad sindical, cuando se ha encarnado en esos procesos de lucha ayudando a lograr los mejores resultados para los trabajadores y trabajadoras.
Es decir, tener una FJA con esa identidad de clase, que en la práctica se pone siempre de manifiesto a través de una política en defensa permanente a los sindicatos de base, y a los afiliados judiciales de todo el país, es una necesidad. Nos parece que nuestra Federación tiene que seguir existiendo sobre esa necesidad permanente que nosotros tenemos como trabajadores y trabajadoras de la Justicia.