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LA FJA CONDENA EL TRIPLE LESBICIDIO DE BARRACAS: EL ODIO MATA

La Federación Judicial Argentina (FJA) condena el ataque lesboodiante sucedido en el barrio de Barracas en la Ciudad de Buenos Aires, en el que un hombre arrojó una bomba casera en la habitación en la que vivían cuatro mujeres lesbianas. A raíz del ataque, tres de ellas -Pamela Cobos, Mercedes Figueroa y Andrea Amarante- fallecieron, mientras que Sofía Castro Riglos continúa internada con heridas de consideración. El Estado y el discurso de odio imperante en la sociedad son cómplices de este triple asesinato.

Las cuatro mujeres se encontraban en situación de vulnerabilidad estructural, dado que por su condición de género, sufrían ataques de odio y discriminación de manera sistemática. Responsabilizamos al Estado, no solo por la habilitación de los discursos de odio contra las personas lesbianas, travestis y trans, sino también por no brindar ninguna respuesta a la cantidad de denuncias que ellas habían realizado a raíz de los ataques que sufrían en su cotidianidad.

La violencia institucional ejercida desde los diferentes organismos estatales, tanto del Poder Ejecutivo como del Poder Judicial, a los cuales todas ellas recurrieron en reiteradas oportunidades, solicitando asistencia por su situación habitacional, su condición de salud y por la falta de políticas públicas concretas llevaron a .la muerte de tres mujeres y la grave situación en que se encuentra la cuarta. Exigimos que se investigue no solo al atacante, sino también a todos los organismos estatales que atendieron los últimos años, las innumerables consultas/denuncias que realizaron y las respuestas (o ausencia de ellas).

Estamos ante la avanzada de la derecha fascista en la región, ante los discursos de odio apoyados desde los más altos niveles del Estado y ante una sociedad que da la espalda y mira para otro lado cuando se vulneran los derechos de las diversidades que viven en la Ciudad de Buenos Aires y en cualquier parte del país. Exigimos justicia para Pamela, Mercedes, Andrea y Sofía, el Estado es responsable.

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