La razón? Seguir acomodando gente a su antojo. Los métodos? Cada vez más parecidos a los que se utilizan en otros organismos en los cuales la carrera administrativa no existe y para llegar a un cargo tenés que ser amigo/a, pariente o militar en el mismo partido que tu jefe.
Los y las trabajadoras judiciales hemos defendido siempre el ingreso al Poder Judicial y el ascenso dentro de nuestros escalafones por concurso. De manera transparente y con un único requisito: tener idoneidad para el puesto. De esa manera no le debemos nada a nadie. No somos carne de “campaña” ni le debemos favores a ningún jefe/a.
Hoy se inventan (como en este caso) “perfiles del puesto” que están armados a medida de quienes van a acomodar. Con requisitos que no tienen nada que ver con el trabajo que se tiene que hacer. Así es como, en los últimos años, el ingreso y el ascenso dentro del Poder Judicial se ha convertido en una herramienta de prebenda, y totalmente acomodaticia. Sólo hay que recordar a la famosa aspirante n° 159, que ingresó al Poder Judicial saltando a más de 100 personas que habían rendido en iguales condiciones que ella, y que habían quedado antes en el orden de mérito.
A la falta de credibilidad que hoy tiene la Justicia ante la sociedad, no podemos sumar la falta de transparencia interna y la naturalización de la “dedocracia” y el acomodo.
Repudiamos estas prácticas instaladas en el Poder Judicial, exigimos concursos de ascensos transparentes, sin “perfiles de puesto” armados a medida, y reivindicamos la carrera judicial.
Ciudad de Neuquén, 14 de junio