El secretario de Relaciones Internacionales de la CGT de España, David Blanco Pérez-Longares, se encuentra en el país y se reunió este jueves 21 de marzo en la sede de la Federación Judicial Argentina (FJA) con su secretario general, Matías Fachal, entre otrxs dirigentes sindicales y sociales nacionales, para debatir sobre el momento histórico que viven lxs trabajadorxs en la coyuntura mundial actual.
La CGT española es parte de la querella por los crímenes de lesa humanidad cometidos por el Franquismo durante la dictadura que encabezaron en el país europeo, causa que lleva aquí en la Argentina la jueza María Romilda Servini, por el principio de justicia universal, en el procesamiento e interrogatorio del exministro Rodolfo Martín Villa y otras 12 personas que participaron de esos crímenes. Asimismo, el dirigente oriundo de Aragón, Zaragoza, también participará del Seminario Internacional y del Congreso Ordinario de la CTA-Autónoma, como también de la movilización del próximo 24 de marzo en el Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia.
El secretario general de la FJA, Matías Fachal, junto a Jorge Sotelo (secretario de Hacienda), Valeria Vallejos y Sebastián Cerdán (ambos de la Filial de Ciudad de Buenos Aires), Julio Gambina (director académico del Centro de Estudios y Formación de la FJA) y otros dirigentes nacionales, como Omar Giuliani de la FENAT y Guillermo Díaz (FETERA), entre otros, recibieron a David Blanco Pérez-Longares con el objetivo de intercambiar reflexiones en torno a los procesos de acumulación y articulación de la clase trabajadora en todo el mundo.
El contexto mundial, marcado por el avance del proyecto neoliberal y las ultraderechas, expresa la necesidad de primar la mayor unidad en la acción para evitar la pérdida de derechos. En ese sentido, los dirigentes argentinos pudieron reponer la experiencia generada por las diferentes centrales y otros actores sociales, desde el 10 de diciembre, día en el que ingresó al Poder Ejecutivo Javier Milei.
Del mismo modo, una mirada común estuvo puesta en pensar cómo rearticular a quienes viven de un salario a nivel regional y mundial para poder contrarrestar un momento signado por el avance de los grandes monopolios trasnacionales que marcan el signo de época.
