Vale la pena y es necesario recordar a un militante todo terreno que honró la causa de la Federación Judicial Argentina (FJA), que fue el abanderado de nuestras luchas siempre presente con los emblemas de esta organización y sus filiales para que siguiéramos siendo protagonistas en cada hecho en el que alzaba la voz el pueblo argentino, pero sobre todo Luis Benencio era un militante comprometido con los Derechos Humanos y el activismo sindical por las condiciones de salud, higiene y seguridad en el trabajo y contra la violencia laboral.
Luis traía una historia de lucha, desde su ingreso muy joven como obrero en Astilleros Astarsa donde fue apodado “Jaimito” porque era el que con picardía le ponía un apodo a cada uno de sus compañeros. En parte para divertirse y en otra porque fue necesario cuando tuvieron que pasar a la clandestinidad.
Muchos compañeros del astillero fueron encarcelados, secuestrados, desaparecidos por haber dirigido una lucha histórica desde la conducción de las comisiones internas gremiales en la que lograron una mejora en las condiciones de trabajo para que la construcción de cada barco no se llevara la vida de un obrero como tristemente era habitual hasta ese momento.
Fue elegido delegado gremial y tuvo que desde la clandestinidad refugiarse con su familia en Mendoza “Si tuviera que resumir los objetivos de aquellos años, diría que la consigna “Liberación o Dependencia” es la que mejor representan el espíritu de nuestras acciones” nos decía con claridad histórica anticipándose a los hechos.
Desde la Comisión por la Memoria-Zona Norte, Luis luchó hasta el último día reivindicando a cada una y cada uno de lxs compañerxs desaparecidxs, así como en la FJA lo hizo incansablemente como un judicial más. Parte de esas tareas para la FJA fue ponerse al hombro la organización, junto el Centro de Estudios y Formación federativos y la Superintendencia de Riesgo de Trabajo a comienzo de este siglo, de un plan nacional de capacitación para Delegadxs de Prevención en Salud Laboral. Temática, la de las condiciones de salubridad en el trabajo que, Luis, junto a otros trabajadores también provenientes de la histórica lucha de los Astilleros de la zona norte se habían especializado, como el “Polaco” Díaz y el “Chango” Sosa.
Benencio testificó en los juicios por la Verdad por los crímenes de la dictadura y tenía la claridad de que el paso siguiente era el necesario juzgamiento de los cómplices civiles y las empresas responsables de las desapariciones. Siempre estuvo un paso adelante en esa lucha por la reivindicación de los derechos humanos y de lxs compañerxs caídos.
Tenía más claro que nadie la necesidad de unidad del campo popular y del movimiento obrero en particular, nunca se lo escuchó hablar mal de otro trabajador, si era el más duro contra los dueños del poder y especialmente con los represores, sin renunciar nunca a su rebeldía que lo mantenía joven y con los principios intactos, siendo una referencia de muchos de los que ingresábamos a la militancia en la FJA.
Luis es un compañero irremplazable, uno de los imprescindibles, vale la pena abrazarlo en el recuerdo y agradecerle su calidez, su compromiso militante y su entrega, lo que nos permite expresar con orgullo, Luis “Jaimito” Benencio, presente, ahora y siempre!!!