1- Al Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Santa Cruz le importa nada la Justicia. No sólo por la total indiferencia sobre el conflicto, por el atropello a los Acuerdos paritarios, sino también por la negligencia frente a sus propias obligaciones. No tienen ni idea lo que pasa en los juzgados, mucho menos en el interior provincial. Y esta soberbia que los lleva impunemente por el camino de impartir justicia, les da coraje para pasar por alto cosas gravísimas, como tener Fiscales denunciados penalmente, jueces corruptos que arrastran por el piso el Código Penal y Civil y aún van más allá pisoteando la Constitución. Jueces que fallan contrario a los criterios no sólo del Tribunal Superior sino también de la propia Corte Suprema de Justicia de la Nación. No les importa tener jueces que maltratan y discriminan a los empleados, a los funcionarios y hasta a los justiciables como si fueran los Señores Feudales del pueblo. No les importa ser empleadores y tener trabajadores en situaciones irregulares, de forma precaria, contratados más allá del plazo que marca la ley… No les importa fallar en contra de los intereses de la sociedad, una sociedad golpeada que necesita respuestas como lo es la Ley de Acceso a la Información Pública.
Al Tribunal Superior de Justicia de Santa Cruz, la Justicia le importa nada.
2- Los empleados judiciales tenemos valor y dignidad. Ponemos huevos, ponemos ovarios y vamos adelante!
Denunciamos y exigimos que se respete la Constitución. Estamos unidos y trabajamos desde la consciencia de clase. Con nuestras dudas, nuestros aciertos y desaciertos, nuestros desconocimientos y nuestras convicciones, nuestros avances y retrocesos, trabajamos la democracia sindical, reivindicando el rol de cada compañero, respetando todas las opiniones.
Esta lucha nos unió, nos conocimos y hacemos muchos sacrificios para sostenerla. No nos detiene el tiempo, el clima, las horas, el frío. Nos queremos ver, nos queremos abrazar porque nos reconocemos en las miradas cansadas, en los ojos tristes, en la desazón. Nos damos fuerzas cuando sentimos que se nos bajan los brazos, nos alentamos cuando nos gana la angustia.
Por eso, a 90 días de aquel día en que se nos agotó la paciencia y dimos un paso más allá, queremos agradecer a cada compañera y compañero, a cada uno que le ha puesto el cuerpo a sus ideales, que dedica tiempo y energía, que deja a su familia por cubrir turnos… agradecer la generosidad de dar lo que se tiene, lo que se sabe, sin reparos. Agradecer a lxas y los que nos cocinan con tanto amor, haciendo las comidas más ricas del mundo, a los Picantes del turno noche que no le aflojan, que nos alientan y están siempre disponibles, a los ingenieros e ingenieras que siempre tienen ideas y que no dejan de buscar la manera de que estemos más cómodos y calentitos, a los que van y vienen, haciendo kilómetros y kilómetros… Que decirles! Si se suben al auto, a veces de a dos o de a tres y a veces solos, y no saben cuándo van a volver a casa, con nieve, con escarcha, de noche… Y están! Y ya se sienten como en casa!
A todos los y las que están, las y los que quieren estar, a todos los convencidos y convencidas de que éste es el camino, que ésta es la lucha, que quieren otra justicia, otra Provincia, a todos ellos les damos las Gracias! Por que nunca más tengamos que estar más de 90 días peleando por lo que es justo!
26 DE JUNIO DE 2017