Desde la Federación Judicial Argentina (FJA) expresamos profunda preocupación por la actual coyuntura que atravesamos como clase trabajadora en nuestro país y en la región y, particularmente, por el rol de los Poderes Judiciales en este escenario político, como así también por la modificación de nuestras condiciones de trabajo y el acelerado incremento de precios.
La inflación alcanzó más del 94% durante el 2022 y en el comienzo del 2023 está lejos de acercarse a la meta presupuestaria del 60%. Las presiones del gobierno y las patronales apuntan a morigerar las demandas pero la paritaria es nuestra principal herramienta frente a esta escalada, aunque algunas veces termina siendo impotente frente a los aumentos absorbidos por el impuesto al salario. El deterioro del poder adquisitivo en un incesante y descontrolado proceso inflacionario, empujado por los especuladores y formadores de precios, agrava la desigualdad porque golpea el bolsillo de los sectores populares, especialmente de las mujeres y diversidades. En tanto, el acuerdo con el FMI condiciona toda la política económica, con compromisos de ajuste fiscal y utilización del excedente económico generado por el trabajo social para cumplir con los desembolsos de una deuda impagable y odiosa.
Todo acontece en una región con protagonismo de las luchas populares. En primer lugar, con la derrota de la derecha “bolsonarista” en las elecciones de Brasil, que habilita la recreación de debates sobre la integración latinoamericana alternativa, caso de la CELAC y, especialmente, la CELAC Social que protagonizamos con nuestra presencia desde la FJA y la CLATE. En otro sentido, la lucha del pueblo peruano en contra del golpismo y la represión, dan cuenta de la importancia de las luchas y organización popular, una cuestión estratégica en la deriva y política reciente de Chile o de Colombia, incluso de Haití.
Quienes dedicamos la vida a dar la pelea por un mundo mejor que vivir, nos encontramos en la vereda de enfrente a los grupos económicos concentrados que saquean nuestros bienes comunes, se apropian de porciones cada vez más grandes de la riqueza que generamos y presionan por la reforma flexibilizadora de nuestros derechos. Mientras crecen expresiones abiertamente fascistas, aquí y en el mundo, esta ofensiva neoliberal se manifiesta de manera nítida a través del lobby empresario y de voceros de la política que no tienen ningún empacho en hacer campaña con políticas regresivas propias del siglo XIX, previas a la existencia de organizaciones sindicales, de derechos laborales y de políticas estatales para garantizar la redistribución de la riqueza.
Asistimos a un tiempo donde los Poderes Judiciales antidemocráticos, patriarcales y elitistas, y en su máxima expresión la Corte Suprema de Justicia de la Nación y los Tribunales Superiores provinciales, son la punta de lanza para llevar a cabo esta agenda. Lejos están de resolver los problemas de la sociedad sino que se hallan más preocupados por mantener sus privilegios y ejecutar el plan económico y político de la derecha, persiguiendo judicialmente a los liderazgos populares, con particular virulencia sobre las mujeres, y vulnerando la voluntad popular. Por eso, debemos redoblar nuestra lucha por la Democratización del Poder Judicial para que esté al servicio del pueblo y garantice los derechos laborales, sociales y humanos de la ciudadanía en lugar de ser ariete de los grupos de poder.
También advertimos las transformaciones que se vienen dando desde la incorporación de la digitalización en nuestra labor cotidiana: escritos a toda hora, incluso durante los fines de semana, extensión sin fin de la jornada laboral, cantidades ingentes de trabajo sin el consecuente aumento de la planta, vulneración del derecho a desconexión, etc. que generan un impacto de magnitud en la salud psicofísica e impiden el correcto acceso a justicia por parte de la ciudadanía, deviniendo cada vez más necesaria y urgente la efectivización de nuestro derecho constitucional a la Negociación Colectiva para lxs trabajadorxs judiciales.
La lucha es y será por mejores condiciones laborales para lxs trabajadorxs judiciales y, este año, las elecciones serán sin duda un hito importante en esa contienda porque enfrentarán distintos proyectos políticos, uno de ellos, el de la derecha, expresa sin matices la avanzada sobre nuestros derechos y herramientas gremiales. Por eso, estos tiempos deben encontrarnos dando la batalla cultural ante cada compañero y compañera y trabajando para fortalecer las organizaciones sindicales que serán siempre nuestra trinchera fundamental.